domingo, 1 de septiembre de 2013

Kateína



-¡Mike!



Joder, ¿por qué las viejas tienen la manía de hablar a gritos por teléfono?”



-¡¡Mike!!



Y encima se creen que son las reinas de la tecnología. Ey mira, la foto de mi hijo, eso significa que me está llamando él. Si alguien tuviera los cojones de decirles lo que de verdad piensa todo el mundo...”



-¿Otra vez absorto en tus pensamientos? Me cago en la madre que te parió, y mira que me cae bien.



No sé, a lo mejor cuando yo sea viejo seré igual, tal vez grite cuando vea el holograma de mis hijos llamarme...Bueno, hologramas o lo que sea que haya entonces...pero los hologramas están bien.  O a lo mejor no llego a los hologramas y me quedo en la clo...



-¡Ey mira! ¡¡A esa muchacha se le ha salido un pecho!!



-¡¡NACIÓN!!



-¿Cómo que nación? Mike, cariño, si me pones los cuernos mentalmente que sea con otra mujer, no con pensamientos fascistas...



-¡¡CLONACIÓN!! Además, no creo que el término “nación” tenga nada que ver con el fascism...maldita, has usado tetas para despertarme...Y deja ya de llamarme Mike, me llamo Miguel.



-No, te llamas Mike, al igual que yo me llamo...



-¿Caterina?

-¡Kate, me llamo Kate!



-Ni Kate ni mierdas, te llamas Caterina, que bien feo que es, y bien que me da para reírme de ti un ratito cada día.



-De verdad, no sé porque empecé a salir contigo...



-Yo tampoco, cosa que dice más de tu gusto que de mis no-virtudes.



-No pienso hacerlo, siempre dices esas cosas para que te regale el oído, y al principio me dabas ternura, pero ahora ya he aceptado que me he enamorado de un imbécil.



-Me hieres.



-Déjate de pamplinadas...te he dicho que no.



-Le quitas la gracia, ¿sabes?



-Oye, tú..¿Por qué empezaste a salir conmigo?



-Sabes la respuesta de sobras...



-A parte de mi encanto, eso lo sabe todo el mundo...



.-¿En serio quieres saberlo? Puede que no te guste la respuesta.



-Vamos, aguantaré el golpe.



-Muy bien, allá va: tienes pechos.



-Vete a freír espárragos.



-Vamos, aguantaré el golpe.



-¿Y encima te burlas? Quiero una respuesta sincera.



-No hay nada más sincero que un hombre admitiendo su pasión por los pechos delante de la mujer que le gusta, no valoras lo que tienes.



-Pues entonces tendrás que ser menos sincero para tenerme contenta.



-De acuerdo. ¿Sabes? Siempre he sido muy propenso a hacer chistes sobre todo el mundo, y era como mi adicción, pero desde que te conocí...ya no tiene tanta gracia como antes. Desde entonces sólo me apetece hacerlo contigo, todo contigo. Podría decirse que lo que me hizo empezar a salir contigo fue mi adicción a ti, tu Kateína.




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